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sábado, 27 de septiembre de 2014

CUANDO UNA MUJER...




“CUANDO UNA MUJER”

Cuando una mujer está callada, millones de cosas dan vueltas por su cabeza. 


Cuando una mujer no está discutiendo, está pensando detenidamente. 

Cuando una mujer te mira con ojos melancólicos, se está preguntando por cuanto tiempo estarás cerca y también se pregunta qué sucederá con ella si te abre su corazón y luego un día decides marcharte.

Cuando una mujer te responde “Estoy bien”, no le creas. Si se lo preguntas por segunda vez y te lo repite, entonces es verdad.

Cuando una mujer te mira fijamente, esta deseando que seas suyo para siempre. 

Cuando una mujer quiere verte todos los días, quiere que la mimes y la sigas enamorando de a poco. 

Cuando una mujer dice “te amo”, eso es exactamente lo que quiere decir, ella no suele regalar esas palabras tan fácilmente a cualquiera.

Cuando una mujer te dice “Te echo de menos”, nadie en este mundo puede extrañarte más que ella. ¿Te parece complicada? Claro que lo es! Es justamente eso lo que la hace irresistible!!

martes, 16 de septiembre de 2014

LO QUE UNA MUJER NO DEBE HACER



LO QUE UNA MUJER NO DEBE HACER
Decir malas palabras: si fueran buenas, ciertamente no necesitarían ser censuradas en la TV, lo que también poco sirve, ya que están en todas partes en la boca de quien no logra una forma mejor de comunicarse;
Hablar y reírse alto: además de ser indiscreto, incomoda mucho al ambiente; es una forma negativa de ser oída y vista;
Mascar chicles: cuando usted dice la palabra mascar, parece que ya está oyendo ese ruido irritante de alguien mascando sin parar - están las que hacen incluso globitos. Totalmente comprensible para un niño o adolescente, pero para una mujer que quiere ser elegante no es recomendado;
No tener postura para caminar y sentarse: no sirve copiar el modelo de ropa de la princesa, si en el momento de sentarse muestra más de lo que debía, deja los breteles del sostén a la vista, o usa escotes enormes…
Ser mandona y autoritaria: las mujeres así tienden a anular a las demás personas. Solo les interesa lo que ellas piensan, lo que les parece o quieren, y el fin de eso es quedarse solo e infeliz;
Ser desactualizada: el mundo ha cambiado demasiado rápido. En el tiempo de nuestros padres, alguien encomendaba un trabajo para el mes siguiente. Hoy, las personas dicen: “para ayer”, este es el mejor plazo. Pero existen mujeres que no intentan acompañar los cambios, insisten en quedarse en el siglo pasado, se enorgullecen en decir que no saben esto o aquello, cuentan sin vergüenza que no tienen ni siquiera e-mail. ¡Eso no está bien!
Ser dependiente de los demás: son inseguras para tomar decisiones, nunca saben hacer nada solas, y existen incluso las que ponen sus responsabilidades sobre otros;
No tener contenido: no les gusta leer, informarse y no invierten en su inteligencia. Lo que dicen no vale la pena guardarlo, pues no agregan nada, lamentablemente;
Ser débil y sensible: ¿de qué sirve ser una mujer linda, pero frágil como porcelana? Basta una palabra un poquito más dura que ya se pone mal, llora… ¿Quién lo aguanta?
Bien, esta lista que sabotea la belleza femenina aún puede crecer mucho, ¿no es así? ¿Y quién sabe si usted se vio equivocándose en algo?
Calma, si llegó hasta aquí, ¿por qué quiere cambiar? El deseo acompañado de actitudes y disciplina es todo lo que se necesita para ser una mujer fuerte y elegante, incapaz de actuar mal incluso en las situaciones más difíciles. Ah, y claro, el aprendizaje nunca termina, ¡continúe firme en su desafío!

jueves, 4 de septiembre de 2014

Historia de Colgate

LA HISTORIA VERÍDICA DE GUILLERMO COLGATE



 
Hace mucho tiempo, un joven de 16 años de edad salió de su hogar para buscar su fortuna. Todo lo que poseía lo tenía envuelto en un pañuelo que llevaba en la mano. Se encontró con un vecino, capitán de un barco, y la charla que con él sostuvo cambió por completo el rumbo de la vida del joven.
"Hola, Guillermo, ¿a dónde vas?"
"No sé," contestó el joven. "Mi papá está demasiado pobre para sostenerme y dice que debo buscar mis propios medios para sostenerme."
"No veo problema en eso,", dijo el capitán. "Si principias bien, resultará bien."
Guillermo dijo al anciano que no sabía otro oficio que hacer velas y jabones.
"Bien," dijo el capitán, "oremos una vez más, te daré un consejo, y luego podrás irte donde quieras."
Los dos se arrodillaron allí en el camino mientras el anciano oró fervorosamente por Guillermo. Después le dio este consejo: "Pronto alguien llegará a ser el mejor fabricante de jabón en Nueva York. Puedes ser tú o bien cualquier otro. Espero que seas tú. Sé un buen hombre, entrega tu corazón a Cristo, paga al Señor todo lo que le pertenece de cada dólar que ganes; fabrica jabón de buena calidad y buen peso; estoy seguro que llegarás a ser un hombre importante, digno y rico."
Al llegar a Nueva York, se acoró del consejo del capitán y "buscó primeramente el reino de Dios". Se unió con una iglesia y luego logró colocarse en una fábrica de jabón. Cuando ganó el primer dólar, apartó diez centavos para el Señor.
Guillermo trabajaba en la fábrica de jabón en Nueva York y cuando recibió su primer salario apartó el diezmo para el Señor. Pocos años después, sus patrones murieron y le dejaron dueño del establecimiento. Una vez más Guillermo pensó en el consejo que le había dado el viejo capitán, y ya siendo dueño de la fábrica se dedicó a fabricar jabón de la mejor calidad y tamaño. Instruyó a su contador que abriera una cuenta para el Señor y depositara allí la décima parte de todas las entradas.
El negocio prosperaba; muchos compraban su jabón, y Guillermo llegó a poseer una gran fortuna. Decidió dar al Señor dos décimas, y prosperó más, luego treinta por ciento, cuarenta, hasta cincuenta por ciento. Entonces apartó una suma para la educación de sus hijos, hizo algunas provisiones para su familia y prometió al Señor darle todas las entradas. El prosperaba como nunca lo había soñado.
Esta es la historia verídica de Guillermo Colgate, quien dio millones de dólares a la causa de Cristo. Murió pero su nombre permanece en la universidad y facultad de teología que fundó con su fortuna, y claro está, en la pasta dental que usamos – la fortuna que Dios le dio en respuesta a su fidelidad.
¿Tú quieres prosperar? entonces busca de Dios y dale al señor los 10% de tus ganancias y ciertamente vas a prosperar...

“LOS VIERNES SIEMPRE SON MUY BUENOS...”


  • “LOS VIERNES SIEMPRE SON MUY BUENOS...”
  • - Mamá…¿Qué haces cuando la persona que mas necesitas es la que mas lejos está de ti?
  • - La distancia no significa nada, hija, cuando alguien significa todo.
  • - No me refería a que está lejos geográficamente, sino que no puede estar tan cerca de mí como quisiera.
  • - ¿Te enamoraste?
  • - No lo se…la verdad es que me molesta sentir tantas cosas. Es increíble como una persona te puede cambiar el estado de ánimo. El tiene ese extraño poder, una palabra suya, un gesto…y siento que cambia mi día.
  • - Uf! Se algo de eso. ¿Sientes que te entiende?
  • - Como ninguna otra persona en este mundo!
  • - Y bueno…amar es encontrar a alguien que te entienda sin dar demasiadas explicaciones. ¿Eso es lo que te molesta?
  • - No se si me molesta…mas bien me enamora.
  • - Un gran hombre es ese alguien que despoja despacito tus secretos...es un señor, más que todo un ser humano que como nosotras tienen sus historias pasadas, bien o mal vividas. Un verdadero caballero no te quita la ropa, sino que te va robando los secretos que creías tener muy guardados, hasta que un día te deja con el corazón expuesto, desnudo.
  • - ¿Y eso es malo?
  • - Según quien sea. Cuando logra llegar a tu corazón, ya no hay mucho que puedas hacer. Por eso ruego que sea un caballero.
  • - ¿Lo dices por papá?
  • - Lo digo por todos los hombres. Aunque tu padre era muy especial.
  • - Cuando las mujeres decimos “muy especial” es porque hay cosas que no nos gustan.
  • - Hija, nadie es perfecto; ser hombre es…buscar dentro de su corazón el sentimiento que lo hace un caballero. Cuando encuentres al tuyo, te hará sentir sublime, amada. Todo lo demás, no tiene importancia.
  • - Y pensar que yo me prometí a mi misma que jamás me iba a volver a enamorar!
  • - Jaja, no puedes prometerte eso! No es algo que puedes manejar o razonar, hija. Ojalá fuese una decisión que se toma con la mente. El corazón es el que decide. Si eres difícil para enamorarte, la vida me ha enseñado lo que es la perseverancia de un buen hombre. “Si una gota de agua que insiste logra penetrar una roca, de forma inevitable se cuela por la más insignificante grieta y aunque la roca no quiera, logrará…
  • - …Bañar su corazón!” Conozco la frase. Eso solía decirlo papá.
  • - El si fue un hombre perseverante, de esos que sin apuro…van adueñándose de a poquito de tus sentimientos, como un intruso, de esos que un día te dicen: “¿Señorita, sería tan amable de dejarme poner mi bolso en este rinconcito de su corazón?” y tu muy ingenua le respondes: “Claro, no puedo negarle eso a nadie”, pero luego de unos meses, se termina adueñando de todo y tu te preguntas ¿Cómo lo logró?
  • Un hombre apurado no logrará mucho, pero si realmente se toma su tiempo…logrará tenerte. No quedan muchos hombres así, son especies en extinción.
  • - ¿Papá era así?
  • - Tu papá era un niño.
  • - ¿Por?
  • - Porque la mayoría de los hombres siguen siendo niños. Sienten temores, tiemblan cuando nadie los ve, les gusta ser el centro de atención de la mujer que robó su corazón. Y así como son niños, te bajan la luna si desean conquistarte, bajan estrellas, no anotan fechas, olvidan aniversarios, son distraídos, pero con una mirada al alma te llevan hasta el cielo.
  • - ¿Y si luego me rompe el corazón? ¿Y si algún día me defrauda?
  • - Es un riesgo que las mujeres debemos correr. Si lo que te pasa es que tienes miedo, solo puedo decirte que si no pruebas no lo sabrás nunca. Tu padre solía decir: “¿Cómo vas a extrañar mis besos si no sabes cual es el sabor de mi boca? ¿Cómo vas a extrañar mis abrazos si no sabes como aprieto? ¿Cómo vas a extrañar olerme si no sabes cual es mi aroma? ¿Cómo vas a buscar refugiarte en mis brazos cuando el despertador suene si no estoy contigo en la mañana? ¿Cómo vas a extrañar mi saludo y mi regreso si ni siquiera me he despedido de ti?”
  • - Todo un poeta papá…¿estuviste perdidamente enamorada de el?
  • - ¿Acaso las mujeres sabemos amar de otra forma? A diferencia de algunos hombres, las mujeres no nos “enamoramos un poquito” ni tampoco “amamos a medias”. Eso es justamente lo que pone en constante peligro a nuestro corazón. Claro que lo amé perdidamente! Por eso, si realmente amas a este hombre, no dejes de hacérselo notar; estoy segura que el lo está necesitando.
  • - ¿ “El” lo está necesitando? ¿Ni siquiera sabes quien es y resulta que ahora estás de su lado? Yo soy tu hija! ¿Lo recuerdas?
  • - Es que si ese hombre, sea quien sea, logró llegar a tu corazón, es alguien que merece tenerlo y punto.
  • - ¿Y “punto”? ¿Así resuelves las cosas? ¿Te vengo a contar que me siento confundida y tu solo me dices que a el le hace falta mi amor? ¿Y lo que yo siento no importa?
  • - Lo que tu sientes ya no tiene vuelta atrás. Es que conozco esa mirada y conozco a mi propia hija. No estás confundida, estás enamorada hasta el alma y no hay mucho mas que hacer, solo decírselo. Sea que te rompa el corazón o te lo cuide por el resto de tu vida…ya no es tuyo.
  • - En realidad entre nosotros nunca pasó nada, pero siempre hubo algo. Hay algo que ambos sentimos, que está allí, en el aire. Cuando yo le hablo, el me hace sentir que en ese momento no hay nada mas importante en todo el universo que aquello que le estoy diciendo. Está pendiente del mas mínimo detalle.
  • - Me sigues hablando así de el y me termino enamorando yo!
  • - Mamá!!!
  • - A propósito, ¿qué día es hoy?
  • - Viernes ¿por?
  • - Los viernes siempre son muy buenos para decir “Te amo”.

martes, 2 de septiembre de 2014

Bajo La Misma Estrella

Bajo la misma estrella


Bajo la misma estrella (título original en inglésThe Fault in Our Stars) es una novela escrita por John Green -la sexta en su carrera como autor-, publicada en enero de 2012. La historia es narrada por una adolescente de dieciséis años de edad llamada Hazel Grace Lancaster, que padece cáncer de pulmón, que se ve obligada por sus padres a concurrir a un grupo de apoyo para jóvenes afectados por la enfermedad, en el cual conoce y se enamora de un joven llamado Augustus Waters, exjugador de baloncesto que tiene amputada una pierna a causa del osteosarcoma.
Green expresa que el título del libro fue inspirado por la famosa frase de Julio César, de William Shakespeare cuando Casio en el Acto 1/Escena 2 de la obra le dice a Bruto «¡La culpa, querido Bruto, no es de nuestras estrellas, sino de nosotros mismos, que consentimos en ser inferiores!».1
La adaptación cinematográfica de la novela, de nombre homónimo, fue estrenada el 6 de junio de 2014 en Estados Unidos. Está protagonizada por Shailene Woodley y Ansel Elgort. El estreno en España fue el 4 de julio, mientras que en varios países de Latinoamérica su estreno tuvo lugar a fines de junio.


Hazel Grace Lancaster fue diagnosticada con cáncer de tiroides fase IV que se expande a los pulmones, pero se las arregló para sobrevivir más de lo esperado utilizando un medicamento experimental llamado Phalanxifor. En el grupo de apoyo de chicos que padecen algún tipo de enfermedad oncológica, conoce casualmente a Augustus Waters (también llamado Gus), un joven muy bueno en el baloncesto aunque odiaba el juego, que perdió su pierna derecha por culpa de un osteosarcoma, y ahora está en remisión. Hazel lo convence de leer Un dolor imperial, su libro favorito, el cual, dado su gran tiempo libre al no tener que asistir obligatoriamente todos los días a la universidad, relee constantemente. Gracias a mensajes y llamadas, su relación cada día fue mejorando. Gus consigue la dirección de correo electrónico de la asistente de Peter Van Houten (el autor de Un dolor imperial), Lidewij Vliegenthart, y junto con Hazel le escriben cartas al autor. Él les responde que no les dirá que ocurre después del final de Un dolor imperial a no ser que se vean en persona. Gus había guardado el deseo que la fundación The Genies les entrega a los niños con cáncer y decide usarlo para viajar con Hazel a Ámsterdam para conocer al autor de Un dolor imperial. Hazel está muy feliz por el viaje, pero también decide que no quiere que ella y Gus sean más que amigos, (para cortar el dolor que podría causarle cuando ella muera, ya que la anterior novia de Gus había muerto por cáncer), definiéndose a sí misma como una granada, que en cualquier momento puede "explotar" y hacer sufrir a todos sus seres queridos tras su muerte. Los padres de Hazel comienzan a preocuparse mucho por ella, ya que no quieren que su hija piense eso de sí misma, deseando tan solo lo mejor para ella.
Una noche Hazel se despierta con un dolor fuerte en la cabeza. Ella pensaba que era un tumor, porque el cáncer se podía expandir, pero sólo fue la falta de oxígeno y el líquido en sus pulmones el que ocasionó todo. Hazel es internada en la UCI. Después de recibir el alta y algunas consultas a sus doctores, Hazel consigue el permiso para viajar a Ámsterdam con su madre y con Gus. En el viaje de ida a Ámsterdam, Gus confiesa a Hazel que está enamorado de ella y Hazel queda sorprendida pero no puede decirle que ella también lo ama por miedo a lastimarlo en un futuro cuando ella muera. En la primera noche en Ámsterdam, Hazel y Gus van a comer a un restaurante llamado Oranjee, todo por supuesta invitación y cortesía de Van Houten. Al día siguiente, se encuentran con el autor, y se descubre que su asistente, Lidewij, armó todo sin el conocimiento de Van Houten con las esperanzas de que todo esto lo motivara para dejar de ser un alcohólico y volver a escribir. Molestos por el comportamiento grosero de Van Houten, se retiran de su casa. Al rato Lidewij Vliegenthart los alcanza y se dirigen a la Casa de Ana Frank, donde Hazel y Gus se besan por primera vez, recibiendo el aplauso de los visitantes que allí estaban. Cuando regresan al hotel, y al ver que la madre de Hazel no se encuentra, ambos tienen relaciones sexuales por primera vez. Al siguiente día, Gus aprovecha para contarle a Hazel de que su cáncer ha vuelto, haciendo metástasis en varias partes de su cuerpo, y que aunque lo traten con un régimen intensivo, sus esperanzas de vida son muy pocas.
Poco tiempo después, Gus le pide a su mejor amigo, Isaac, y a Hazel que le hagan un pre-funeral en el cual les pide que escriban un discurso, simulando un velatorio. Ocho días después, Augustus Waters muere. En medio del funeral Hazel se encuentra con Van Houten, quien le explica que fue Augustus Waters quien le insistió en que asistiera a su funeral, confesando que él tuvo una hija que murió hace muchos años de cáncer. Ella fue su inspiración para el personaje principal, Anna, de Un dolor imperial, y, que su grosería se debía en parte a que ella fue vestida idéntica a Anna. Isaac le confiesa a Hazel que Gus estaba escribiéndole algo en sus últimos días, pero no se encuentra ningún rastro de lo que él estaba escribiendo, excepto cuatro hojas que habían sido arrancadas de una libreta de Gus. Hazel se contacta con Lidewij, quien va en busca de las hojas perdidas a la casa del autor, encontrándolas y enviándoselas a Hazel a través de un correo electrónico. Gus había escrito algunos párrafos sueltos y se los envió al autor con la esperanza de que este pudiera convertirlos en un discurso fúnebre en caso de que Hazel falleciera antes.