LA HISTORIA VERÍDICA DE GUILLERMO COLGATE
Hace mucho tiempo, un joven de 16 años de edad salió de su hogar para buscar su fortuna. Todo lo que poseía lo tenía envuelto en un pañuelo que llevaba en la mano. Se encontró con un vecino, capitán de un barco, y la charla que con él sostuvo cambió por completo el rumbo de la vida del joven.
"Hola, Guillermo, ¿a dónde vas?"
"No sé," contestó el joven. "Mi papá está demasiado pobre para sostenerme y dice que debo buscar mis propios medios para sostenerme."
"No veo problema en eso,", dijo el capitán. "Si principias bien, resultará bien."
Guillermo dijo al anciano que no sabía otro oficio que hacer velas y jabones.
"Bien," dijo el capitán, "oremos una vez más, te daré un consejo, y luego podrás irte donde quieras."
Los dos se arrodillaron allí en el camino mientras el anciano oró fervorosamente por Guillermo. Después le dio este consejo: "Pronto alguien llegará a ser el mejor fabricante de jabón en Nueva York. Puedes ser tú o bien cualquier otro. Espero que seas tú. Sé un buen hombre, entrega tu corazón a Cristo, paga al Señor todo lo que le pertenece de cada dólar que ganes; fabrica jabón de buena calidad y buen peso; estoy seguro que llegarás a ser un hombre importante, digno y rico."
Al llegar a Nueva York, se acoró del consejo del capitán y "buscó primeramente el reino de Dios". Se unió con una iglesia y luego logró colocarse en una fábrica de jabón. Cuando ganó el primer dólar, apartó diez centavos para el Señor.
Guillermo trabajaba en la fábrica de jabón en Nueva York y cuando recibió su primer salario apartó el diezmo para el Señor. Pocos años después, sus patrones murieron y le dejaron dueño del establecimiento. Una vez más Guillermo pensó en el consejo que le había dado el viejo capitán, y ya siendo dueño de la fábrica se dedicó a fabricar jabón de la mejor calidad y tamaño. Instruyó a su contador que abriera una cuenta para el Señor y depositara allí la décima parte de todas las entradas.
El negocio prosperaba; muchos compraban su jabón, y Guillermo llegó a poseer una gran fortuna. Decidió dar al Señor dos décimas, y prosperó más, luego treinta por ciento, cuarenta, hasta cincuenta por ciento. Entonces apartó una suma para la educación de sus hijos, hizo algunas provisiones para su familia y prometió al Señor darle todas las entradas. El prosperaba como nunca lo había soñado.
Esta es la historia verídica de Guillermo Colgate, quien dio millones de dólares a la causa de Cristo. Murió pero su nombre permanece en la universidad y facultad de teología que fundó con su fortuna, y claro está, en la pasta dental que usamos – la fortuna que Dios le dio en respuesta a su fidelidad.
¿Tú quieres prosperar? entonces busca de Dios y dale al señor los 10% de tus ganancias y ciertamente vas a prosperar...
- “LOS VIERNES SIEMPRE SON MUY BUENOS...”
- - Mamá…¿Qué haces cuando la persona que mas necesitas es la que mas lejos está de ti?
- - La distancia no significa nada, hija, cuando alguien significa todo.
- - No me refería a que está lejos geográficamente, sino que no puede estar tan cerca de mí como quisiera.
- - ¿Te enamoraste?
- - No lo se…la verdad es que me molesta sentir tantas cosas. Es increíble como una persona te puede cambiar el estado de ánimo. El tiene ese extraño poder, una palabra suya, un gesto…y siento que cambia mi día.
- - Uf! Se algo de eso. ¿Sientes que te entiende?
- - Como ninguna otra persona en este mundo!
- - Y bueno…amar es encontrar a alguien que te entienda sin dar demasiadas explicaciones. ¿Eso es lo que te molesta?
- - No se si me molesta…mas bien me enamora.
- - Un gran hombre es ese alguien que despoja despacito tus secretos...es un señor, más que todo un ser humano que como nosotras tienen sus historias pasadas, bien o mal vividas. Un verdadero caballero no te quita la ropa, sino que te va robando los secretos que creías tener muy guardados, hasta que un día te deja con el corazón expuesto, desnudo.
- - ¿Y eso es malo?
- - Según quien sea. Cuando logra llegar a tu corazón, ya no hay mucho que puedas hacer. Por eso ruego que sea un caballero.
- - ¿Lo dices por papá?
- - Lo digo por todos los hombres. Aunque tu padre era muy especial.
- - Cuando las mujeres decimos “muy especial” es porque hay cosas que no nos gustan.
- - Hija, nadie es perfecto; ser hombre es…buscar dentro de su corazón el sentimiento que lo hace un caballero. Cuando encuentres al tuyo, te hará sentir sublime, amada. Todo lo demás, no tiene importancia.
- - Y pensar que yo me prometí a mi misma que jamás me iba a volver a enamorar!
- - Jaja, no puedes prometerte eso! No es algo que puedes manejar o razonar, hija. Ojalá fuese una decisión que se toma con la mente. El corazón es el que decide. Si eres difícil para enamorarte, la vida me ha enseñado lo que es la perseverancia de un buen hombre. “Si una gota de agua que insiste logra penetrar una roca, de forma inevitable se cuela por la más insignificante grieta y aunque la roca no quiera, logrará…
- - …Bañar su corazón!” Conozco la frase. Eso solía decirlo papá.
- - El si fue un hombre perseverante, de esos que sin apuro…van adueñándose de a poquito de tus sentimientos, como un intruso, de esos que un día te dicen: “¿Señorita, sería tan amable de dejarme poner mi bolso en este rinconcito de su corazón?” y tu muy ingenua le respondes: “Claro, no puedo negarle eso a nadie”, pero luego de unos meses, se termina adueñando de todo y tu te preguntas ¿Cómo lo logró?
- Un hombre apurado no logrará mucho, pero si realmente se toma su tiempo…logrará tenerte. No quedan muchos hombres así, son especies en extinción.
- - ¿Papá era así?
- - Tu papá era un niño.
- - ¿Por?
- - Porque la mayoría de los hombres siguen siendo niños. Sienten temores, tiemblan cuando nadie los ve, les gusta ser el centro de atención de la mujer que robó su corazón. Y así como son niños, te bajan la luna si desean conquistarte, bajan estrellas, no anotan fechas, olvidan aniversarios, son distraídos, pero con una mirada al alma te llevan hasta el cielo.
- - ¿Y si luego me rompe el corazón? ¿Y si algún día me defrauda?
- - Es un riesgo que las mujeres debemos correr. Si lo que te pasa es que tienes miedo, solo puedo decirte que si no pruebas no lo sabrás nunca. Tu padre solía decir: “¿Cómo vas a extrañar mis besos si no sabes cual es el sabor de mi boca? ¿Cómo vas a extrañar mis abrazos si no sabes como aprieto? ¿Cómo vas a extrañar olerme si no sabes cual es mi aroma? ¿Cómo vas a buscar refugiarte en mis brazos cuando el despertador suene si no estoy contigo en la mañana? ¿Cómo vas a extrañar mi saludo y mi regreso si ni siquiera me he despedido de ti?”
- - Todo un poeta papá…¿estuviste perdidamente enamorada de el?
- - ¿Acaso las mujeres sabemos amar de otra forma? A diferencia de algunos hombres, las mujeres no nos “enamoramos un poquito” ni tampoco “amamos a medias”. Eso es justamente lo que pone en constante peligro a nuestro corazón. Claro que lo amé perdidamente! Por eso, si realmente amas a este hombre, no dejes de hacérselo notar; estoy segura que el lo está necesitando.
- - ¿ “El” lo está necesitando? ¿Ni siquiera sabes quien es y resulta que ahora estás de su lado? Yo soy tu hija! ¿Lo recuerdas?
- - Es que si ese hombre, sea quien sea, logró llegar a tu corazón, es alguien que merece tenerlo y punto.
- - ¿Y “punto”? ¿Así resuelves las cosas? ¿Te vengo a contar que me siento confundida y tu solo me dices que a el le hace falta mi amor? ¿Y lo que yo siento no importa?
- - Lo que tu sientes ya no tiene vuelta atrás. Es que conozco esa mirada y conozco a mi propia hija. No estás confundida, estás enamorada hasta el alma y no hay mucho mas que hacer, solo decírselo. Sea que te rompa el corazón o te lo cuide por el resto de tu vida…ya no es tuyo.
- - En realidad entre nosotros nunca pasó nada, pero siempre hubo algo. Hay algo que ambos sentimos, que está allí, en el aire. Cuando yo le hablo, el me hace sentir que en ese momento no hay nada mas importante en todo el universo que aquello que le estoy diciendo. Está pendiente del mas mínimo detalle.
- - Me sigues hablando así de el y me termino enamorando yo!
- - Mamá!!!
- - A propósito, ¿qué día es hoy?
- - Viernes ¿por?
- - Los viernes siempre son muy buenos para decir “Te amo”.